Las ceremonias chamánicas que realizamos en nuestros workshops ofrecen un enfoque psicoterapéutico y transpersonal, pero al mismo tiempo se hacen siguiendo los detalles las tradiciones aprendidas directamente de pueblos indígenas como los Shipibo de la selva amazónica o los Comcaac del desierto de Sonora, utilizando ikaros o cantos de poder, sonido de tambor, flauta y maraca, y otras herramientas energéticas que nos permiten abrir, sostener y cerrar el espacio energético ceremonial de forma segura y sin contaminación energética para los participantes.
A lo largo de la historia, la búsqueda y aceptación de lo espiritual han estado integradas en diferentes culturas como un atributo esencial de la existencia, pero solo reservado a ciertos místicos, religiosos o yoguis que se sometían a prácticas intensas.
En culturas indígenas han existido siempre los rituales iniciáticos para los hombres medicina de la tribu, para personas en periodos de transición como la adolescencia, para guerreros, y la mayoría de las veces con la ingesta de sustancias que les llevaban a estados de muerte, renacimiento, y vuelo a los reinos superiores.
Hoy cualquiera puede tener acceso en cualquier parte del mundo a experimentar ceremonias con sustancias enteógenas. Esto puede ser muy lícito con la aceleración de los tiempos, pero al mismo tiempo se convierte en un ejercicio de gran responsabilidad para el participante, al tener que responsabilizarse de decidir si realmente necesita experimentar con estas sustancias chamánicas, y sobre todo si estará preparado para vivenciar una experiencia que puede ir desde algo definido como con aparentemente poco efecto, hasta llevarle a una experiencia de muerte y renacimiento.
En cualquier caso, estas experiencias siempre tienen un sentido en un contexto ceremonial y ritual, con las herramientas originales adecuadas, y bajo la guía y supervisión física y energética de personas especializadas que puedan sostener ese espacio que se abre tanto a nivel físico como energético.
“Cada vez que puedes ser capaz de observar tu mente es porque no estás atrapado en ella…ese es el secreto para brillar con autenticidad desde tu corazón”.